sábado, 28 de enero de 2023

Melissa Merlo. Presenta el libro Huellas de José Martí en Honduras, de los autores

Presentación del libro: Huellas de José Martí en Honduras (Addys Cupull y Gonzlalez Froilán,2019)
Melissa Merlo UPNFM. Octubre 2019.

Muy buenos días a todos y todas. Distinguido Señor Rector, Doctor Hermes Díaz, Apreciado Señor Embajador de la República de Cuba en Honduras, Francisco Delgado y su comitiva diplomática, Distinguida Señora Elena Flores, Presidenta Junta Directiva Nacional de la Asociación Amistad Honduras Cuba, mi agradecimiento a ustedes por darme el honor de presentar el libro Huellas de José Martí en Honduras. 

Agradezco a todo el público presente y les invito a incursionar en las páginas de este libro que, además de su importancia histórica para Honduras y el mundo, nos deja el respeto, la intelectualidad, la solidaridad y el cariño que José Martí irradiaba por donde iba. Voy darles los detalles más importantes del libro, con la invitación a que ustedes después puedan adquirirlo y disfrutarlo como yo lo hice. 

A principios del año 2017 tuve la oportunidad de visitar Cuba, específicamente la Isla de Pinos, antes conocida como Isla de la Juventud. Ahí en la ciudad de Nueva Gerona, conocí a los miembros de la Unión de escritores y artistas de Cuba, capítulo de esa hermosa ciudad, y lo primero que percibí fue su respeto y devoción hacia Martí y sus ideales, y me llevaron a conocer lugares donde Martí había estado en esa zona. Me llevaron a El Abra, hacienda donde Martí y su familia pasaron una corta temporada de descanso. Cuento esto porque al leer este libro, sentí el complemento de lo que sentí en El Abra, una presencia imponente, fuerte, pero al mismo tiempo sutil y dulce. 

Con mis previas lecturas y ahí en El Abra, comienzan para mí, las huellas que Martí ha ido dejando en los hondureños, mucho después de que decidiera, o fuese impulsado, a viajar por estas tierras, tan parecidas geográficamente a su isla amada. Y es en la investigación que precede a este libro, que sus huellas fueron rescatadas y puestas en la escena hondureña por dos grandes escritores cubanos, matrimonio dedicado y entusiasta, convencido de que es la historia política, social y literaria, la que dejará la huella más grande en los anales de este planeta. Ellos son Froilán González García y Adys Cupull, quienes, con más de 30 libros publicados sobre personajes del mundo entero, han dejado huella en los países en los cuales han desarrollado sus investigaciones, con el fin máximo de desenredar la maraña histórica de los hechos no dichos, de los no escritos, de los que se han convertido en mito o en leyenda. Esta pareja de autores se merecen nuestro respeto y gratitud. 

Decía Martí que: La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes. Así que con humildad damos las gracias a los autores, y la comunidad cubana y hondureña que estuvieron involucrados en el grandioso resultado que es este libro. Esta edición estuvo bajo el cuidado del escritor Julio Escoto, quien en la semana recién pasada recibiera el Premio Literario Ramón Amaya Amador, que cada año la Academia Hondureña de la Lengua entrega a connotadas personalidades de las letras hondureñas. También esta edición estuvo a cargo del especialista Renán Núñez. Entre ambos, realizaron un trabajo excepcional. 

En la carátula hay una hermosa obra pictórica realizada por el famoso artista hondureño Allan McDonald. Fue impreso en la Editorial San Ignacio, Honduras. Y una primera lectura de revisión fue realizada por los especialistas y escritores Armando García, Jorge Martínez y Erasto Reyes. En las páginas preliminares del libro, se encuentra un apartado denominado Notas al lector sobre la primera edición en Honduras. El libro se había presentado por primera vez en Ciudad de México el 10 de febrero del año 2010 bajo el nombre de Por los caminos reales. Este primer apartado del libro está firmado por los editores Julio Escoto y Renán Núñez. Seguidamente, se encuentra una Nota al lector firmada por los autores Adys Cupull y Froilán González, en donde se manifiesta lo acucioso de sus investigaciones, el objetivo del libro y una invitación a los investigadores a emularles en este campo. 

Agradecen con efusión a sus colaboradores de México, de Guatemala y de Honduras por el apoyo recibido, y enfatizan en la imponderable figura de Martí en la América que amó, en la América que, sin distingo de fronteras, somos todos nosotros. Luego el libro se divide en dos secciones. La Parte I que contiene: Antecedentes. Pasos de Martí por Honduras, Cuba, España y México. Su llegada a Guatemala. Su matrimonio con Carmen Zayas-Bazán. Su regreso a Guatemala, ya casado. Las gestiones que hizo para establecerse en Honduras. Y finaliza con interesante apartado llamado Revelaciones Familiares. En la Parte II relata el camino de Martí y su esposa desde Guatemala hasta Trujillo. Cuentan cómo Martí era esperado en Tegucigalpa. Su viaje en mulas por caminos reales. Su paso por Ocotepeque, Santa Rosa de Copán, Nueva Armenia, San Pedro Sula, Puerto Cortés, La Ceiba. Y esta segunda parte culmina con la partida de José Martí y Carmen Zayas-Bazán hacia su amada Cuba. 

Este libro, de una escritura muy fina, he hilvanado con la astucia y presteza de dos experimentados investigadores, presenta el viaje de José Martí y su esposa, desde su salida de México en 1877, pasando por Guatemala hasta llegar al hondureño Puerto de Trujillo en 1878 para partir a Cuba. La obra, a todas luces muy bien estructurada y contada, va enlazando las fechas del viaje con documentos de archivos, registros de periódicos, datos y testimonios de periodistas, maestros, escritores, estudiantes, con registros aduaneros, pero también con el interesantísimo diario de viaje de Martí, y con las anécdotas contadas por personas de cada pueblo en donde estuvieron y que fueron escuchadas por ellos, venidas de algún abuelo o pariente que conoció a Martí en su paso por estas tierras. 

Dice Martí en una carta escrita en enero de 1877, dirigida a Manuel Mercado, con quien mantuvo una vasta correspondencia epistolar: “Parece que Guatemala me tiende los brazos: el alma es leal, y la mía me anuncia ventura. Voy lleno de Carmen que es ir lleno de fuerza; de las cariñosas cartas de Macedo, a quien usted sabe cómo estimo, espero bienes; las que me ha dado aquí Uriarte son tales que me abrirán fácil camino, a mí que las ayudaré rápidamente… Guatemala me llama, llamaré yo a México a que amo…” En este viaje a Guatemala, anterior al que hizo con su esposa Carmen, es cuando Martí conoce a la joven María Cristina García Granados, cuyo amor abriría el espacio para uno de los poemas martianos más conocidos en Centroamérica: La niña de Guatemala, que en realidad se llama: poema IX de su magnífico libro Versos Sencillos. En una ocasión le escribió estos versos: “Siento una luz que me parece estrella oigo una voz que suena melodía Y alzarse miro a una gentil doncella, tan púdica, tan bella ¡que se llama María! Desempolvo el laúd, beso tu mano y a ti va alegre mi canción de hermano. ¡Cuán otro el canto fuera si en hebras de tu trenza se tañera! p. 42 Era inevitable que María Cristina no sucumbiera a estos versos de amistad, que ella sintiera de amor. En este entretejer y destejer la historia, los autores de Huellas de José Martí en Honduras, detallan los hechos reales y míticos que surgieron a raíz de la muerte de la niña de Guatemala. En julio de 1878 sus amigos José Joaquín Palma y José María Izaguirre, lo instaban, el primero a irse a Honduras, y el segundo a permanecer en Guatemala. 

En una carta a su entrañable amigo Manuel Mercado, Martí expresa su incertidumbre, su profundo amor por la patria cubana, y su deseo de volver a Cuba. Un fragmento de esta carta dice: “Usted conoce mi pasión por la justicia, mi ardor contra la infamia, y la violación más nimia del derecho; mi amor de enamorado por la gloria y el brillo de América; - ¿cómo podré dar rienda a todos estos sentimientos naturales, en mí tan dominantes y tan vivos?, ¿cómo podré vivir con todas estas águilas encerradas en el corazón? – Temo, amigo mío, que su aleteo me mate. – Temo perder mis fuerzas en este terrible combate silencioso. - ¿Quién nació en un momento más difícil, rodeado de circunstancias más amargas?” p. 89. Cada personaje que rodeó la vida de José Martí en su tránsito por Honduras, está documentado en este libro, detallado en extremo. Las historias se entrelazan, van y vienen de Cuba a México, de México a Guatemala, y caminan todas hacia Honduras. 

El libro detalla los lugares donde la pareja pernoctó, las familias que los recibían, las personas que les servían de guía en su camino atravesando Honduras. Y las cartas que Martí enviaba a México dejan ver la intensidad de sus anhelos, de sus días tan dedicados a forjarse como ser humano, y a transmitirlo a los demás. Los autores mencionan a varios personajes hondureños que colaboraron con esta investigación. Detallan la anuencia y el buen trato de los escritores Eduardo Bähr, Roberto Sosa, José Antonio Funes, Rodolfo Pastor Fasquelle, Natalie Roque Sandoval, entre otros. También relatan los hombres y mujeres de la época que procuraron que el paso de Martí y su esposa por Honduras, no tuviera ningún inconveniente, entre ellos: Ramón Rosa, Marco Aurelio Soto, y los miembros de la recién creada Sociedad de amigos del país, quienes esperaban a Martí en Tegucigalpa. 

En su paso por Honduras, Martí, refiriéndose a los procesos independencia y emancipación de Centro América, escribe en su diario de viaje: “Un genio poderoso, un estratega, un orador, un verdadero estadista, el único quizás que haya producido la América Central, el general Morazán, quiso fortificar a esos débiles países, unir lo que los españoles habían desunido, hacer de esos cinco estados pequeños y enfermizos una República imponente y dichosa. Y lo hizo, pero los pueblos, que están generalmente formados por gentes vulgares, tardan en comprender lo que los hombres geniales prevén. La política de las rivalidades venció a la política de la unión; la vanidad de los Estados fue más poderosa que la unión bienhechora.” p. 117 Uno de los pasajes más hermosos de Huellas de José Martí en Honduras, hace referencia al tomo 7 del libro Obras Completas, que en la página 157 Martí escribió sobre Honduras, y cito a los autores: “… como un pueblo arrullado por mares, refrescado por brisas, sentado en el corazón del continente, que era una nación seria, trabajadora y próspera; una comarca pacífica, encantadora y fértil, y una impaciente hermana que va, rumbo a la grandeza, con el cayado en una mano y el libro en la otra, que aspira, aprende, llama y la sed es general; el agua abundante.” p. 156 

Mucho más allá de lo que los autores de Huellas de José Martí en Honduras, pudiesen tener como objetivo con la publicación de este libro, que de hecho lo han logrado: el paso de Martí por nuestra nación, esta obra recoge la esencia martiana del amor a la patria, presenta la vida de Martí en un sumun de virtudes e ideales que siempre lo acompañaron, y que en su corto paso por estas tierras quedo evidenciado. Los autores se permiten resaltar que, para José Martí, la patria, no solo Cuba, sino la patria grande, la América, era su alma, era su vida, era su amor. Es así que Huellas de José Martí por Honduras, se convierte en una lectura necesaria para cualquier habitante de este continente. Con seguridad esta obra nos da el anhelo cosmopolita e integrador con que Martí miraba y amaba a la América. Esta plena de detalles que sobrepasan lo interesante, y que nos muestran la Honduras que fuimos y que, en esa época, soñamos ser. Sigamos pues las huellas de Martí, las huellas de Morazán, que nos enfilan a seguir amando la patria grande, la América inmortal. 

Muchas gracias por la fineza de su atención.

martes, 2 de agosto de 2022

Melissa Merlo en el Festival de Poesía de Medellín. 32. 2022

Presencie la lectura de poesía aquí, desde el minuto 35: https://www.facebook.com/festivalpoesiamed/videos/460748562093263