Conferencia. Diciembre 2021. CCET. Tegucigalpa. Presentación
del libro INYAMA de Livio Ramírez. Editorial Casasola.
Inyama
la historia de un poeta trascendente,
de una poesía sensorial, de unos versos migrantes
Melissa Merlo. 2021
Migrar, no es solamente una acción
milagrosa de cambiar el suelo donde afincar la casa, migrar es también cambiar
de espacios siderales, emocionales, sensoriales, es, para un poeta como Livio
Ramírez, recorrer una escalera de estrellas, ida y vuelta, caminar los espacios
que a su voluntad se mueven para enfrentarlo con la poesía viva, con los versos
que migran de la palabra a la esencia de sí mismos, con la vida transformada en
pena y en alabanza, son el ser de las cosas.
Inyama ha cobrado vida en los espacios
literarios de Casasola, una casa editorial plena de criterio literario y de
renombre internacional por la calidad de sus ediciones y de sus autores.
Casasola, dirigida por Oscar Estrada en Costa Rica y acompañado de Javier Suazo
desde Honduras, se anota un punto histórico extraordinario con la publicación
de Inyama, un libro que desde ya, se ha convertido en un punto de referencia de
la literatura nacional y regional. No cualquiera ni en cualquier lugar, tiene
la valentía, la voluntad y por qué no, la osadía, de medirse con un gigante
como Livio Ramírez, y salir triunfante. Eso hizo Casasola, lo convirtió en
realidad, felicidades por ello. Se percibe la edición del texto muy depurada y
elegante, gracias a la alta capacidad profesional de Alejandra Paredes. En su
diseño y diagramación prevalecen los espacios llanos, claros, con una
recurrente invitación a la lectura de un texto que se manifiesta en caracteres
apacibles, con suficiente espacio para que circule el aire poético entre un
poema y otro, entre un verso y otro, entre un pensamiento y el que le sigue.
Esto gracias a la presteza y experiencia en este vicio de amar la poesía y los
libros que tiene Oscar Estrada.
El color verde escogido para la
carátula, y que atrapa la atención del lector desde la primera impresión,
enfrentándolo con dos imágenes del poeta, en un pasado perfecto, perfilando el
viento, y en un primer plano, un presente reconocible, claro, blanco, honesto,
no es fortuito. Se intuye la visión vanguardista del artista gráfico Knny
Reyes, que encara al lector con un verde cuya escogencia, aunque parezca
arbitraria, no lo ha sido, y que representa esa capacidad de árbol y de raíces
que tiene el poeta Livio Ramírez. Ese verde que comúnmente se asocia con la
esperanza, pero cuyo sentido viene desde los filósofos griegos, que por
supuesto lo tomaron de la naturaleza y de su fuerza reproductora y dadora de
vida. Se resalta en blanco el poder de la palabra inyama, el nombre del autor,
y en la contracarátula los comentarios acuciosos y representativos de críticos
literarios y escritores de la talla de Américo Ferrari, Juan Bañuelos, Jorge
Arellano, José Luis Quesada, José Adán Castelar y Helen Umaña, y donde, cada
quien desde su momento con las diversas obras que encierra Inyama, y desde su
experiencia de vida cruzada con el autor, enuncian su apreciación sobre la
misma.
Inyama entra en la dimensión que
Descartes llamaría Phatos, pasión, en donde se prepondera el pensamiento, la
disposición esencial de la duda, o del asombro diría Platón. Hasta esos
terrenos esenciales nos conduce inevitablemente Inyama, ya que el origen
solo de su nombre que alude a vida, a flesh and blood, alude a la carne vida,
al cuerpo físico y también al etéreo que en uno solo constituyen la profundidad
del ser, eso es Inyama, un cuerpo poético que puede palparse, que eriza la
piel, que mueve conciencias, que denuncia, y que invade los cosmos individuales
con una belleza poética atípica, única, con características indomables de las
cuales solo Livio Ramíres conoce el secreto, porque es el creador, el dador de
vida de este cannon literario que desde hace mucho tiempo, lleva su nombre.
Inyama permitirá la conceptualización y sistematización de la firma poética de
Ramírez Lozano, y su poesía de versos migrantes.
Dentro de esta selección del autor hay
una muestra poética que lleva a conocer la historia de un hombre, y desde ella,
la realidad de varias naciones, de varias culturas y de diversas visiones del
mundo. Como diría el filósofo Byung Chul Han, en su libro “No cosas” este
frenesí de información digital en el que el mundo está inmerso, ha reducido la
capacidad del ser humano de comprensión de lo interno, entre ello la poesía. Y
en ese sentido, Inyama viene a llenar un vacío multidimensional con la fuerza
de sus versos. Provoca que la poesía no se convierta en una “no cosa”, sino que,
aunque intangible y susceptible a la interpretación de acuerdo a la experiencia
del lector, se materializa en la visión de mundo que el autor comparte y que
muchos hacen propia.
El punctum, como expresara Barthes ante su interpretación de las imágenes y su
significado, es lo que está oculto a la vista simple, es la imagen que
trasciende lo normal y permite sentir emociones de diversos tipos. La poética
de Ramírez Lozano tiene esa hermosa característica, el punctum, al leer sus
versos permiten trascender de la imagen implícita y cotidiana formada por la
palabra, a la visión profunda del autor en la temática que maneja. De la imagen
a la palabra, de la palabra a la profundidad del metalenguaje.
Inyama es ese cuerpo
mutante de versos migrantes entre lo espiritual y lo terrenal, entre lo
cotidiano y lo especial, entre lo profundo y lo leve, es un camino poético sí,
es la poesía convertida en carne sí, en esa inyama que se forma en el tiempo
del autor y se nutre de su propia vida, y que se presenta bajo la selección del
propio autor. Es así que el corpus poético, por elocuencia del espíritu del
autor, se forma en un plano multidimensional, como se dijera en párrafos
anteriores, y en una suerte de urdimbre luminosa presenta sus fibras poéticas
en donde se encuentran textos publicados, otros premiados, y otros inéditos,
encabezados por:
·
Arde como fiera. México UNAM 1971. Y que en 1972
fue editado como un importante material de lectura, con notas de Marco Antonio
Campos.
·
Descendientes del fuego, en sus tres partes.
Ganador del Premio Internacional de Poesía “Platero”, Ginebra, Suiza. 1987.
·
Personajes y otros poemas. 1990.
·
Escrito sobre el amanecer. 1990.
·
Columna que fluye. 1999-2000
·
Ciudad/ciudades.
·
Libro de sonetos.
·
Praxis de lo imposible.
·
Amorosia.
·
Polirostro.
·
Cabeza de sol.
·
Poeta Adolescente.
·
Prosia.
·
Humorosia.
·
Palabra por palabra.
·
Poemas Rescatados.
·
Boka Caye.
·
Teosía.
Arde como fiera, el
primero de los 17 libros aquí presentados, tiene la potencia del fuego,
realmente es un libro explosivo en donde el autor deja una marca indeleble en
el lector, que no puede escaparse de la voluptuosidad de la palabra, y de la
desnudez de los conceptos.
Aquí el poema de
apertura, sin lugar a dudas la punta de lanza, la metáfora perfecta, la imagen
esperada que representa a Ramírez Lozano en esa inyama que se materializa en
versos que migran de la crudeza de pensamiento a la filosofía, un deseo de
preñez de la palabra, madre e hija a la vez:
Palabra
No me traiciones
No te me rompas a
mitad del vuelo
Prefiero que me
enseñes
La forma de matarte
Si no me das el hijo
que yo quiero.
Descendientes del
fuego, el segundo libro presentado en sus tres partes en
donde el poder del fuego, del amor, y de la profundidad de la palabra se
revelan en poemas que desnudan el yo poético del autor, en una suerte de
arrebato ante la vida, con valentía y conocimiento. Foucault decía “Hay que ser
un héroe para enfrentarse con la moralidad de la época”. En este libro,
Ramírez, desnuda el cuerpo y el alma de la amada, que bien puede ser el amor,
la patria, Dios, o la misma palabra poética.
Aquí el poema que
engloba lo mencionado:
Habitación
Creando otro tiempo
Amor,
Creando otro espacio.
Iguales y distintos,
Inventándonos,
bebiendo uno del otro,
nos hemos
devorado
adentro del relámpago.
Personajes y otros poemas, es un libro que
trae a la vida a personajes como Miguel Ángel, Alfred Prufrock, Van Gogh, Nueva
York, Francisco Morazán, Dante, Valle, Kafka, Campos, Guillén, Oliver, el
Distrito Central, y en una hermosa elegía, a su padre, Francisco Lozano. Las
voluntades y virtudes de estos personajes, ya sean de carne y hueso, de
edificios y gentes, de calles o praderas, o de sangre, se ven a través del ojo
del poeta, casi huracán, casi ave fénix.
Un poema representativo de este libro
es:
Cortometraje
Dante
Habla solo
Mientras camina
por Nueva York,
Llega hasta Wall Street
Mira hasta el fondo
Y anota en su cuaderno:
Inferno,
Inferno.
Escrito sobre el amanecer. Es un libro con
poemas vibrantes que, revestidos de luz y de fuerza, y del infaltable fuego que
muy sutil migra en todos los libros de la antología, pone en manifiesto los
sentimientos del autor con respecto a episodios que parecen de la vida
cotidiana, pero que en realidad encierran una comprensión de la filosofía que
se manifiesta en el escribir y su dimensión de hilvanar palabras.
Y es el poema Digo que la poesía,
la muestra sobre este libro:
Digo que la poesía
es el único documento personal que poseo.
Carezco de otro medio de identidad.
Digo que eres mi centro enllamarado.
Mi código de fuego.
Mi texto de aullidos.
Explosión queridísima donde escucho la
vida.
Arma para vivir.
Columna que fluye. Es un corpus poético
que sorprende por la rapidez de sus textos, por la brevedad de los versos que
logran decir tanto en tan pocas palabras. La síntesis en la poesía no es
acortar palabras, es buscar la esencia en la semiótica y en la ruptura de la
sintaxis.
Un poema especialmente representativo
es:
Estela de Copán
No descifres,
No intentes leer nada.
Mientras brilla el silencio
Contempla en las estelas
El humano esplendor
La antigua primavera
Intenta decirte algo
Ciudad/ ciudades. Absoluta y hermosa
elegía a México D.F. ciudad del smog, de las estatuas, de las luces, de la
noche de Tlatelolco, y también de los amigos.
Se representa con el poema Personaje,
dedicado a dos seres humanos de alto valor para el poeta, y también para
Honduras, Dolores y Tomás.
Hoy día sin rostro,
Día cerrado al sol.
Aniversario de nada.
Solo es real el invierno.
Arpa de niebla es la Ciudad de
México.
Libro de sonetos. Este es un libro en
donde resalta el homenaje a personajes importantes de la cultura. En él, se
bifurca el ritmo acompasado del soneto y el impresionante manejo del lenguaje
literario de Ramírez Lozano y las imágenes que todo lo tocan.
Por una hermosa preferencia, y por
estar dedicado a mi persona, este libro se representa con el poema Clementina,
figura emblemática de la literatura hondureña.
Árbol que sube al cielo
del verano.
Árbol su voz y su
fulgor de acacia.
Si sueña la ciudad es por la gracia
De tu mano terrestre, sobrehumano.
¿Cuántos astros descienden a tus manos
buscando amor? El verbo se ilumina
de realidad y sueño. Es Clementina
diciendo mares y escribiendo llanos.
Ahora el tiempo dice que no vives
Pero saltan tus
versos porque sigues
“Creciendo con la hierba” ritualmente.
Es ya viento tu nombre sin frontera.
Arde la historia. Arde como fiera.
Clementina encendida y
combatiente.
Amorosia. Profundizar en el
amor como un elemento inherente al ser humano, como una creación del tacto, del
espíritu, pero también de la patria y del día. Ramírez Lozano ama con la
palabra, desnuda con la palabra, y enamora con la palabra. La sutileza del
encuentro de dos cuerpos se vuelve más que el arrebato de dos pieles, y
trasciende hasta convertirse en parte de la luz, de la vida misma.
Ejemplo de ello es el encendidísimo
poema:
Luna en cuarto creciente es tu cintura
Cuando amanece
Y aún la espuma del mar brilla en el
lecho.
Prosia. El encuentro de la
prosa poética en Prosia, es inevitablemente un encuentro con el centro de la
memoria, de los recuerdos que, con un alto manejo del lenguaje literario,
presume textos de una belleza estética particular.
Ejemplo de esto es el poema: Joven
poeta, dedicado in memoriam, al extrañado escritor Gustavo Campos.
No hay poemas de cierre. No hay fin de
la lectura. Contempla lo inescrito. Deja crecer tus ojos en el blancor ilímite
de la última página.
Humorosia. Este es un libro de
singularidad extrema, recoge en versos el humor de situaciones cotidianas o de pensamientos
que del autor afloran para perpetuar una imagen con ingenio y soltura. También
Humorosia, dentro de su hilaridad, es una crítica a la facilidad.
Como ejemplo, el siguiente poema:
Visto que la poesía
no es comida para trompudos
Los aludidos deben
Abandonar la mesa
Salir discretamente
Y hacer para su bien
Borrón y cuenta nueva
Poemas rescatados. El título de este
libro, tan sugerente y oportuno, que más que ser poemas rescatados de, quizá,
varias gavetas de la memoria, rescatan al lector y lo colocan frente un cuerpo
poético que, con una potente carga semántica sobre la vida, reúne varios
momentos de la historia del autor, así como referentes de la vida cultural
hondureña.
De este compendio, este poema lo
representa:
Petición
A Dagoberto Posadas
y Roger Rovelo
Pinten los payasos pobres
Es su carpa raída
Llorando en silencio
La muerte de su único tucán.
Y si es posible,
Pinten
La estremecida infancia
Sutilezas de la
edición
·
La dedicatoria. De vuelta al origen, que dice: A
mis padres: Ada Lozano de Ramírez, Francisco G. Ramírez, no es fortuita, es un
homenaje a los creadores de la vida que realmente se agradece en este libro. El
génesis de una vida que esas dos personas llamaron Livio y que ahora desde este
lado de la existencia, les hace una reverencia poética.
·
La inclusión del Código QR que remite al sitio web
de la editorial Casasola, es un elemento innovador que recientemente se observa
en las ediciones hondureñas, centroamericanas, muy a la vanguardia de los
procesos editoriales de la región.
·
El proemio, del laureado Marco Antonio Campos, que
acota la vida intensa del poeta Ramírez en México.
·
El prólogo, del también laureado, Denis Ávila
Vargas que muestra su visión encantadora de los libros y del poeta.
·
La imponente imagen fotográfica del autor, y un
recorrido por los puntos principales de su vida.
·
Y culmina con la potente imagen de la Unión
Editorial Centroamericana, asociación de editoriales de la región que ha
surgido como un puerto en el que atracar se vuelve toda una experiencia
novedosa y enriquecedora.
Para finalizar este
recorrido por INYAMA, auguro que su posición en la literatura universal está
desde ya reservada, ya que por medio de esta obra no podrá evitarse la
trascendencia de unos versos que migran, de una poesía altamente depurada, de
amplio criterio y conocimiento del lenguaje literario, de profunda reflexión
por la palabra y sus abismos. Mis cálidas felicitaciones para el poeta Livio
Ramírez por esta magnífica obra tan esperada, como otras del poeta que
esperamos ver muy pronto. Mi agradecimiento a Casasola, a Oscar y a Javier por
encomendarme tan hermosa tarea, y al CCET por ser siempre el espacio en donde
la cultura crece.
Muchas gracias a todos
por compartir conmigo este viaje por INYAMA.